domingo, 12 de diciembre de 2010

¿La gente quiere que regrese el PRI?


Hay un tema que esta siendo cada día mas comentado en los círculos políticos, en charlas de café y en las conversaciones entre la familia, y es la aparente vuelta al poder del PRIISMO. ¿Qué es lo que pasa por la mente de nosotros como ciudadanos cuando apostamos por la vuelta de un régimen político que gobernó casi como una dictadura?

Bien es bueno también comentar que muchos de los más jóvenes ciudadanos que ahora se encuentran viviendo su momento político, eran unos niños cuando el PRIISMO vivió sus últimos estertores. Así que sus deseos de que el PRIISMO vuelva son comprensibles. Diez años del panismo les han bastado para desear que un partido como el PRI regresé. Pero ese fenómeno no es solo exclusivo de los más jóvenes si no también de los adultos que añoran no los años de represión, ni los años de poca o casi nula libertad de expresión en los medios, ni los años en que el dedazo era la mano de Dios, ni siquiera las grandes devaluaciones, no, anhelan como nunca esos años calmos, si, esos de casi cero violencia, por que a pesar de vivir en crisis tras crisis económicas. México vivía una relativa calma, dónde la violencia de los grupos del crimen organizado no existía prácticamente.

En mi diario vivir suelo ser bastante sociable, suelo mantener platicas con la mayoría de las personas con las que me encuentro. Los taxistas, mis clientes en el negocio, mis proveedores, mis amigos, los amigos de mi familia, el señor de la tiendita, etc. Y casi todos han coincidido que hay dos factores fundamentales que añoran: la tranquilidad de vivir en un estado libre de violencia, y la estabilidad macroeconómica.
Algo que si es claro y no se puede negar es que con el Panismo se desato una oleada de violencia jamás vista en nuestra nación, ni siquiera en los años más duros con el PRIISMO. Una guerra mal sincronizada contra el narcotráfico, dónde se ha apostado más por instaurar primitivos actos de poder que por la instrumentación de estrategias inteligentes, tales como abatir la pobreza, invertir en la educación y en generar oportunidades económicas para los jóvenes que son prácticamente los que se adhieren al crimen organizado.

Hay algunos escépticos que dicen que ni así se puede abatir el problema del narcotráfico y que se necesita mucho tiempo para que esa tendencia se revierta, pero, algo si es claro; el panismo ya tiene diez años en el poder y no ha demostrado en ningún momento y seamos sinceros, implementar estrategias sensatas, coordinadas, honestas y sinceras para abatir la pobreza. El campo sigue en retroceso; la educación con poca o casi nula inversión, las universidades públicas casi al borde del colapso, saturadas; nula creación de más aulas de nivel superior, el presupuesto federal para la UNAM cada día más castigado. En cuanto a las políticas económicas instauradas por el estado panista, se pueden notar una creciente apuesta por insertar más impuestos; cuando casi todos los economistas no solo en una ocasión si no en muchas más han expuesto con cifras que el estado que apuesta por la creación de nuevos impuestos o en incrementarlos es incompetente. Y es incompetente en la medida en que no es capaz de generar riqueza a partir de incentivar la inversión económica. Es decir un estado que solo apuesta en insertar impuestos al puro estilo feudal es un estado fracasado. Y el panismo así lo ha demostrado.

La dura decepción de diez años en el poder del panismo, han provocado un fenómeno que creíamos que no sucedería jamás, crear un deseo casi imperceptible pero cada día más fuerte de que regrese uno de los regímenes más duros y más corruptos: El priismo.


Gabby

sábado, 4 de diciembre de 2010

YUYIN Y LAS ESTRELLAS















Yuyin escuchaba la música a todo volumen, también escucho las botellas de cerveza, caer y rodar estrepitosamente por el suelo, escucho las carcajadas de los borrachos amigos de su madre y jalo la frazada hasta tapar su carita, se hizo un ovillo e intento quedarse dormido, pero el llanto de su pequeña hermana le quito el sueño, se levanto presuroso a atenderla, estaba mojada, prendió la luz y como pudo le cambio el pañal. Lagrimas de tristeza rodaron por su carita inocente. Pensaba Yuyin que donde había quedado su madre amorosa, que quien seria esa mujer que ahora desconocía, que donde andaría su padre y nuevamente se echo a llorar.

Esa mañana Yuyin no tuvo ganas de ir a la escuela, su madre había salido al amanecer con sus amigos y se había olvidado de ellos como casi siempre. Doña Juanita era su ángel protector y como casi todos los dias, desde hacia casi un año se apareció como a las 8 de la mañana.

-¿Yuyin que no fuiste al colegio?

-No tenia ganas además no puedo dejar sola a mi hermanita.

-Que lastima, pero ¿Tienes algo para comer?

-No, no tenemos nada.

-Ahorita vuelvo.

Las pequeñas tortolitas hacían de las suyas en el descuido jardín del condominio, mientras los rayos del sol penetraban casi de lleno por en medio de sus raídas cortinas, y de repente escucho los tambores de la banda de guerra del colegio que ya daban honores a la bandera. Su corazón de niño se estrujo, el amaba ir al colegio, amaba estudiar, pero no podía dejar a su pequeña hermana. Así que evito pensar en ello y mejor tomo un libro que saboreo como el más rico de los manjares, pagina tras página. Emiliano Zapata, Pancho Villa y Madero le parecieron ahora más interesantes que en el aula escolar; de repente el libro de biología no le pareció tan complicado, ni las matemáticas tan difíciles de entender.

La puerta se abrió de golpe, eran las 6 y media de la tarde y su madre se apareció de repente.

-¿Yuyin que diablos haces? ¿Ya comiste?

-Juanita nos trajo un plato de sopa

-Ah bueno, me voy a dormir que no he pegado ojo desde ayer, no me vayas a molestar para nada.

-Mamá la nena quiere leche

-Pídele a Juanita

El perrito de Juanita ladro inquieto y cuando lo vio le movió la cola coqueteándole y brincándole en el pecho; Yuyin amaba a la mascota de Juanita, el había tenido también su pequeño perro “el bicho”, le decía su madre pero el le había puesto un nombre, más lindo, “canicas”, pero un día su madre, simplemente lo amarro con un mecate y se lo llevo a pesar del llanto de Yuyin. Extrañaba mucho al “canicas” había sido su protector cuando los chamacos maldosos de su vecindario habían querido golpearlo un día, el animalito salió en su defensa y les había dado una buena lección. Que orgulloso se había sentido ese día de su querido perro.

-Juanita mi hermanita tiene hambre.

-¿Y tu madre Yuyin?

-Ya llego pero se fue a acostar, se sentía cansada.

-Esta bien, toma llévale esto a tu hermanita, pero mientras come algo.

Las estrellas como siempre eran la distracción de Yuyin, la televisión hacia tiempo que estaba descompuesta y parecía que no había para cuando tener otra o que su madre arreglara por lo menos esa. Pero mientras el contaba estrellas, contaba una a una y volvía a recontar, hasta que se quedaba dormido. Esa noche soñó que su padre regresaba, que los abrazaba y que traía consigo una rebanada de pastel, un poco de leche y que los sentaba a la mesa en la que todos comían felices y contentos, hasta a su mamá la veía contenta y feliz, como antes pero que ademàs traia una estrella en la mano. Pero el ya no estaba y no sabia si volvería algún día…

Continuara….